El Consejo de la UE ha aprobado la Directiva de Diligencia debida sobre Sostenibilidad Corporativa, una norma cuyo objetivo es fomentar un desempeño empresarial responsable exigiendo a las grandes corporaciones un mayor respeto a los derechos humanos y medioambientales. Para ello, introduce un conjunto de medidas obligatorias orientadas a identificar y corregir sus impactos negativos en las áreas indicadas. Las obligaciones que establece la Directiva para las grandes pueden resumirse en las siguientes:
Integración de la diligencia debida en la estrategia empresarial.
Detectar los impactos negativos reales o en potencia en derechos humanos, cambio climático y medioambiente.
Eliminar o reducir al mínimo los impactos negativos detectados.
Diseñar e implementar medidas de prevención de los riesgos potenciales identificados.
Monitorizar las medidas de diligencia debida implantadas bajo la supervisión de los Directivos y comunicar los resultados públicamente.
Las autoridades nacionales designadas por los Estados tendrán competencias para supervisar el cumplimiento de las medidas previstas en la Directiva e imponer sanciones en caso contrario. Por su parte, las personas que resulten perjudicadas por actuaciones de efectos negativos que las empresas pudieran haber prevenido o evitado con la diligencia debida podrán ejercer acciones legales.
Respecto a las empresas afectadas por la Directiva, la versión aprobada sólo contempla a empresas europeas con un volumen de negocios de 450 millones de euros y que tengan una plantilla superior a 1000 trabajadores, límites que excluyen a la mayoría de empresas que sólo se verán influidas de forma indirecta.
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